Me gusta mirar hacia detrás y ver todo lo que hay en ese camino, sería capaz de correr descalza por el en el dia de la mayor lluvia del año, me gustaría poder recoger cada trozo y guardarlos en un cajón bajo llave, me encantaría tener una goma mágica y poder borrar todas las cosas que no he hecho bien contigo. Sería feliz teniéndote cada día a mi lado, pudiendo abrazarte y sabiendo que estás ahí, como siempre y como el dia en el que nos prometimos una larga lista de cosas bonitas!
Adoro escucharte al otro lado del teléfono, y que te rias, adoro que me digas “toooooooooooonta” , adoro que me bailes y que me mires con cara de “van a saber estos lo que es bueno”, que llegues al fondo de mi vaso y que me mires como diciendo : “¿Qué pasa culi?” , que me robes mis pijamas y que me cuentes todas tus historias, que hablemos sobre historia y sobre fotos, que te despiertes a mi lado y que estés una hora para conseguir despertarme, adoro a ti, tú, te adoro.
Odio ser una irresponsable y haberla cagado, odio cuando no te veo y odio verte bajar las escaleras hacia el tren, odio que no vivamos cerca y que las cosas se pongan feas.
Pero una vez más tengo que decirte que te quiero y que sigo enamorada de ti, más incluso que el primer día, ¡Que narices!, que me pasaría un millón de horas contigo y que esta noche, aunque este lejos de ti me pintaré un corazón en la mano, izquierda, de nuevo, y brindaré con el cielo, por ti y por tus 17 años, por nosotras y porque esto solo empieza.
Brindaré por las semillas de un árbol , con fuertes raíces y porque no siempre los mejores recorridos tienen caminos rectos.
Muchisimas felicidades pequeña Annie, un día
más Gandía y yo te echamos de menos.
